<<volver
PASTORAL DE
CHILE
II
Los
pastos crecían cuando te encontré acurrucada
tiritando
de frío entre los muros
Entonces
te tomé
con mis
manos lavé tu cara
y ambos
temblamos de alegría cuando te pedí
que te vinieses
conmigo
Porque ya
la soledad no era
yo te vi
llorar alzando hasta mí tus párpados quemados
Así
vimos florecer el desierto
así
escuchamos los pájaros de nuevo cantar
sobre las
rocas de los páramos que quisimos
Así
estuvimos entre los pastos crecidos
y nos hicimos
y nos prometimos para siempre
Pero tú
no cumpliste, tú te olvidaste
de cuando
te encontré y no eras más que una esquirla
en el camino.
Te olvidaste
y tus párpados
y tus piernas se abrieron para otros
Por otros
quemaste tus ojos
Se secaron
los pastos y el desierto me fue al alma
como un
hierro al rojo sentí las pupilas
al mirarte
manoseada por tus nuevos amigos
nada más
que para enfurecerme
Pero yo
te seguí queriendo
no me olvidé
de ti y por todas partes pregunté
si te habían
visto y te encontré de nuevo
para que
de nuevo me dejaras
Todo Chile
se volvió sangre al ver tus fornicaciones
Pero yo
te seguí queriendo y volveré a buscarte
y nuevamente
te abrazaré sobre la tierra reseca
para pedirte
otra vez que seas mi mujer
Los pastos
de Chile volverán a revivir
El desierto
de Atacama florecerá de alegría
las playas
cantarán y bailarán para cuando avergonzada
vuelvas
conmigo para siempre
y yo te
haya perdonado todo lo que me has hecho
Ħhija de
mi patria!
(
De Anteparaíso)